De nuevo nos encontramos ante el
mayor estreno de animación de la temporada, porque llega a nuestros cines Brave
(Indomable) de la mano de Pixar, con un mes de retraso eso sí.
Vamos a ponernos en situación,
Brave es una película dirigida por antiguos directores de la Disney, vamos, de
la época de El Principe de Egipto para ser exactos, Brenda Chapman y Mark
Andrews, el segundo ha dirigido unos pocos cortos de Pixar, por lo que tras un
enorme bajón cualitativo con Cars 2, esta nueva entrega se esperaba con
escepticismo.
Mérida es una chica rebelde que
vive en la época medieval. Sus padres, el rey Fergus y la reina Elinor, ya no
saben qué hacer para aplacar su carácter impetuoso. Un día, Mérida va todavía
más lejos y desafía al gigantesco Lord McGuffin, al arisco Lord Macintosh y al
cascarrabias Lord Dingwall. El lío en el que se mete es tan grande que tiene
que pedir ayuda a una vieja adivina, pero esta acción complica las cosas aún
más. Será entonces cuando Mérida aprenda cuál es el verdadero significado de la
palabra valentía, enfrentándose al mayor reto que habría podido soñar.
Pixar ha parido su película más
Disney desde sus comienzos, añadiendo recursos inéditos en sus anteriores
metrajes, magia y animales parlantes, lo segundo para mí es un error aunque no
se cae en el exceso, y lo primero es una gran referencia a Miyazaki. Otro aspecto
a resaltar es la inclusión de canciones durante la historia, (de Russian Red),
que al menos no cantan los protagonistas, esto también podría haber sido un
error, pero no se aborrece. Además solo Pixar podría homenajearse a si misma,
con una clara referencia a Buscando a Nemo, os reto a que la encontréis.
La historia tiene un guión
bastante curioso, con unos personajes que nos harán carcajear y otros nos harán
sentir respeto. El giro que sufre es bastante espléndido, NADIE se lo espera, y
eso amigos míos es bastante loable. Es llegando a la parte final cuando la
previsibilidad Disney se refleja en lo de siempre… Algún día tendremos la
oportunidad de sufrir un momento parecido a Bambi, de la que ya hace 70 años
que se estrenó, pero esta no es esa película. Esto no desmerece, en absoluto,
al conjunto.
Su calidad técnica se puede
explicar de muchas maneras, por ejemplo los diseñadores de Pixar tiraron de
moral y al crear el vestuario pusieron todas y cada una de las capas de ropa en
cada personaje aunque en ningún momento se vieran en toda la película. La
recreación de la antigua Escocia es perfecta, preciosa, Única. Cada uno de los
1.500 rulos que componen la voluminosa cabellera colorada de Mérida, la
protagonista, fue programado de forma individual y, a la vez, en relación con
el resto. Para ello, los animadores e ingenieros de Pixar tuvieron que
desarrollar un software específico, que permitiera el movimiento natural del
elemento más distintivo de la hija primogénita de los reyes de Escocia.
Actualmente no hay nada mejor en animación, Brave no es la cumbre de Pixar,
porque en la siguiente película veremos otro salto más, pero ellos son los que
ponen el listón. La banda sonora imprime majestuosidad a lo que estamos viendo,
no es UP, pero es excelente.
En conclusión, Brave es una
grandísima película de animación Disney que en ciertos aspectos me recordó a
Los Increíbles, por su ritmo, pero por otros pensaba que estaba en otra década,
Pixar no infundió su habitual madurez de otros clásicos, pero aun así salí muy
contento con lo que había visto.
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